Victor Wotzbeli Aguilar, otro huehueteco que también nos dejo composiciones que siguen gustando y se han mantenido en el repertorio musical.
Nació en Huehuetenango el 14 de junio de 1897, falleció en Quetzaltengo el 4 de julio de 1940. Hijo de Trinidad Solórzano y del Lic. Porfirio Aguilar. (Su padre al inscribirlo en el registro civil, no firmó el acta de nacimiento, por lo que en el libro respectivo aparece su nombre registrado unicamente con el apellido materno). Siendo Wotzbelí muy pequeño, la familia Aguilar se trasladó a Quetzaltenango, y en aquella tierra hizo sus estudios en el Instituto para Varones de Occidente (INVO) a la par de seguir estudios musicales, al principio con Manuél Sandoval y más tarde con Jesús Castillo.
Instrumentos de su predilección fueron el piano y la guitarra, en los que tenia especial gusto en transformar el aire del son guatemalteco en un movimiento rápido con acompañamiento similar al de la marcha escrita en compas de 6/8, lo que le dió lugar a la creación del ritmo de «guarimba», el cual con mucho orgullo para los guatemaltecos, se estima actualmente como musica representativa de la raza mestiza. Esto se considera asi, porque tiene caracteristicas del son chapín, con acompañamiento rítmico y adaptaciones tonales de la música europea.
Es Wotzbelí Aguilar el compositor de música ligera que más ha penetrado en la conciencia del pueblo guatemalteco, por su estilo específico del uso del compás de seis octavos (comunmente llamado seis por ocho), ya que en el parece estar cristalizado el espíritu del nativo fusionado con el conquistador.
De sus obras son muy conocidas: Utz pin pin, Actualidad, La Cruz del Cerrito, Añoranza, Occidente, Tristezas Quetzaltecas, La patrona de mi pueblo, Los trece, etc., melodías que hasta la fecha se escuchan constantemente en nuestras marimbas.
Viajó fuera de los linderos patrios, dando a conocer en el exterior su talento musical.