Por Dino Bravatty Galicia
Cuando hablamos de tradiciones ancestrales de Guatemala como que nos conectamos a un pasado de magia y fantasía.
Cuando a veces escuchamos algún relato no nos deja de darnos miedo.
Corría el año de 1921 y la cuidad de Mazatenango Suchitepéquez lucia desierta. Calles de tierra, y unas que otras casas en la lejanía. El canto de los pajaritos en las cumbres de los cerros, aquel azul majestuoso de los volcanes en la lejanía , sin faltar en las faldas de los cerros los cultivos de Garbanzo y cebolla que se podían observar desde lejos.
Las viejas yuntas de Bueyes que jalaban carretas llenas de leña, quien sabe para dónde. Aquel aire puro que se respiraba que con el rocío de la mañana le daba el toque a ese día que se perdió en el calendario del recuerdo.
Bueno, no muy lejos de allí existió un puente de piedra de río, que abajo corría un riachuelo, y todos los días Salome Pop, una joven campesina que con sus pies descalzos lo cruzaba diariamente en horas de la madrugada.
La razón, ella tenía un puesto en el mercado, donde acudía a vender frutas y legumbres a dicho mercado.A veces se le veía cargar enormes canastos en la cabeza, es mas no había carruajes que la transportaran por lo accidentado de los caminos.
Dicha Joven de 23 años de edad se había quedado huérfana de padres, pues ellos murieron en 1919 por la terrible fiebre española que mato a mucha gente en Guatemala y por esa cuenta se quedó sola, pero salió adelante y dejo a tras las tumbas de sus padres. Ella venía desde el municipio de Chicacao a vender al mercado en su puesto con sus abuelos pero ella vivía aparte.
En una ocasión notaba siempre que cuando pasaba por dicho puente lo encontraba solitario ni un alma siquiera , es más que ya comenzaba a clarear y los gallos en los ranchos anunciaban un nuevo día.
Salomé nunca le puso importancia y seguía su camino apresurando el paso para llegar rápido al mercado.
Una madrugada ,Salomé salió más temprano ,tal vez diríamos las tres de la mañana, amparada por la luz de la luna llena y el aullido de los coyotes en el monte y el canto tétrico de los tecolotes, dispuso salir nuevamente a su lugar de trabajo.
Esa madrugada seria imborrable para joven y guapa chiquilla campesina de tez blanca, ojitos avellanados y de mirada profunda, de pelo largo negro azabache y de bonito cuerpo.
Comenzó a caminar en dicho puente, y avanzo un buen largo trecho, cuando ella sintió que como que alguien la seguía, ella pensó que tal vez era Juan Picón un aguacatero que deseaba a toda costa hacerla suya .
Cuando volteo era un pequeño hombrecito como de un metro de alto barbudo y de orejas puntiagudas y este le dijo:
Toma este collar » .Salomé pudo ver aquel collar era de bamba antigua de puro oro macizo español. Sin pensarlo no lo tomo y siguió avanzando, pero noto que el puente se iba alargando conforme iba caminando.
Desesperada Salome trato de correr pero una fuerza se lo impidió y se quedó tirada a medio puente. En eso llega el hombrecito y se sienta en la baranda del puente y desde allí comienza a reír de una forma burlona.
Salomé en su desesperación por escapar, saco de su güipil un rosario de su difunta madre y se lo puso enfrente del hombrecito.
Aquello fue una lucha entre dos porque Salome las llevaba de ganar al somatarle (golpearle) la cabeza en baranda del puente al duende.
Cuando en la lejanía del horizonte alumbraba los primeros rayos del sol el hombrecito le dio tremendo bofetón en el rostro a Salome y esta quedo inconsciente a medio puente.
No muy lejos de allí pasaba un rondero de la Guardia civil al ver el ataque, sacó su arma y disparo en contra del agresor quien huyo por un cerro.
Cuando llego el alguacil donde estaba tirada Salomé toda golpeada y mal herida. El alguacil llamo a otros de sus compañeros para ir en busca del agresor de la joven.
Como este era nuevo, no conocía el territorio los compañeros le dijeron que no se podía. En carreta fue trasladada la muchacha al hospital por los golpes recibidos de la golpiza recibida.
Cuando se recuperó la muchacha ella personalmente fue a buscar al alguacil para agradecerle de haberla salvado del agresor.
Cuando lo encontró este le dijo que tuviera cuidado cuando pasara por el puente de piedra por que sus compañeros ya le habían dicho que en dicho puente sale el Duende que lo cuida.
Este se llama «El tata el puente».
Este es un mal espíritu que engaña a la gente que camina sola en dicho puente y este ofrece joyas de oro a cambio de tu alma pero como tú no le hiciste caso este te ataco y te hizo que caminaras más de la cuenta y tu sin pensarlo lo cruzaste.
Jamás Salome volvió a caminar por dicho puente y optó mejor por viajar a la capital para trabajar mejor en casa, quedando cerrado este caso.
El puente de la historia fue demolido tiempo después quedando el riachuelo donde todavía se escuchan las risas del duende que se pierden con el rumor del viento y el aullido de los coyotes en la lejanía.
Fin.
Autor: Dino Bravatty Galicia
ESCRITOR Y PUBLICISTAEscritor y Publicista
Mausoleo clásico de Mármol interior del cementerio General de la Cuidad de Guatemala.
Foto Dino Bravatty Galicia.